Mientras el Príncipe George se prepara para la transición de la escuela primaria a la secundaria este verano, cumpliendo 13 años en julio, sus padres, el Príncipe William y Kate Middleton, están considerando flexibilizar una de sus estrictas reglas de crianza: no usar teléfonos celulares. Mientras hablaba con la periodista brasileña Luciana Huck durante una visita relacionada con el Premio Earthshot, el Príncipe William insinuó este posible cambio, afirmando que se podría otorgar acceso telefónico limitado una vez que George ingrese a la escuela secundaria.

Este cambio de política refleja los aspectos prácticos de la educación secundaria. Asistir a escuelas secundarias como Eton (donde se educó su padre) a menudo implica mayores necesidades de comunicación entre estudiantes y padres a lo largo del día. Un teléfono con funciones restringidas (que probablemente solo permita llamadas y mensajes de texto) solucionaría este problema y minimizaría los riesgos potenciales para el bienestar de George.

El Príncipe William enfatizó que mantiene conversaciones abiertas con George sobre las desventajas del uso ilimitado del teléfono, particularmente la exposición a contenido inapropiado en línea. Sugirió que el acceso limitado logra un equilibrio entre la comunicación necesaria y la protección contra posibles daños.

Esta no es la primera vez que el príncipe William habla abiertamente sobre la postura de su familia sobre la tecnología para sus hijos (George, la princesa Charlotte, de 10 años, y Louis, de 7). En entrevistas anteriores, destacó la importancia de limitar el tiempo frente a la pantalla y priorizar la interacción cara a cara.

Kate Middleton comparte esta perspectiva. En un artículo escrito para el Centro de la Fundación Real para la Primera Infancia, destacó los efectos perjudiciales del uso excesivo del teléfono en el desarrollo de los niños, argumentando que la conexión constante puede obstaculizar el crecimiento social y emocional esencial. Ella enfatiza que “la calidad de nuestras relaciones importa más que cualquier otra cosa”, y aboga por una presencia consciente durante las interacciones con niños pequeños.

Si bien la perspectiva de un teléfono plantea dudas sobre el cambio de fronteras dentro de la familia de Gales, los comentarios del Príncipe William sugieren un enfoque centrado en una introducción mesurada en lugar de una concesión absoluta. Dado su fuerte énfasis en la comunicación abierta y el uso responsable de la tecnología, cualquier concesión para el acceso telefónico de George probablemente vendrá con una guía continua de los padres y pautas claras.